Cierro los ojos para poder ver

Escribo estas líneas desde el aeropuerto de Lisboa, rumbo a México. Desconectar para conectar(me). Y desde ahí seguir conectando (ideas, personas, procesos… y nuevas aventuras).

Conectar, (re)conocer quiénes somos tiene un enorme valor. Conectar con la identidad. La esencia de lo que eres. De lo que somos como empresa, como organización. Definir quién eres desde lo más profundo es un trabajo necesario. No viene dado.

Los valores que te definen no son aquellos que dices que tienes, sino los que reflejan tus comportamientos y los que los demás observan en ti.

Es necesario parar y mirar hacia dentro para, desde ahí, construir esa identidad y visualizarla.

Para poder crear relatos que tengan un sentido compartido, tienes que empezar por un ejercicio de conexión y honestidad con quien realmente eres.

Esto es fundamental para mostrarte con más autenticidad, lo que te llevará a conectar mejor con otras personas, ya sean de tu equipo, ya sean tus clientes; y eso te ayudará a ejercer un liderazgo conectado y consciente.

Las empresas las formamos las personas. No hay comunicación, ni movimiento, ni cambio organizativo posible si las personas que las conformamos no conectamos entre nosotras.

Desde esa conexión es posible construir las historias de los equipos, esas narrativas que cohesionan a nuestras empresas y organizaciones.

Ready to connect?

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