De buques pesados (estrategias clásicas) a veleros (estrategias integrales y participadas) que sienten el viento y leen el mar

“La estrategia ya está escrita. Ahora solo falta que la gente la ejecute.” “La estrategia no es para todos. Es un tema de dirección.” “No hace falta que lo entiendan. Lo importante es que lo cumplan.” “Todo está en el documento… otra cosa es que la gente lo lea.” “Ya hicimos el plan. Ahora toca cumplirlo.” Estas frases las he escuchado más veces de las que puedo contar. Y no con mala intención. Las dicen personas con buena voluntad, con experiencia, con mucha cabeza y también con demasiada presión por obtener resultados. Pero lo hacen desde un modelo de estrategia que fue útil en otro tiempo y que hoy, simplemente, ya no basta. Y yo también lo aprendí así. En la facultad, lo que nos enseñaban sobre estrategia estaba profundamente influido por Michael Porter y la escuela clásica del management estratégico. Se trataba de elegir una posición, definir una ventaja competitiva sostenible, protegerla a toda costa y trazar un plan preciso que nos guiara sin desviaciones. La estrategia era algo que se pensaba en despachos, se escribía en documentos extensos y se ejecutaba en cascada. Todo tenía el orden, la lógica y la previsión de un gran crucero transatlántico: sólido, jerárquico, y con una hoja de ruta clara desde el inicio. Pero ese buque, a veces crucero, que durante años fue símbolo de estabilidad, hoy ya no basta. Los cambios ya no vienen con tiempo. Los contextos no se pueden contener en un Excel. Y las personas —con sus preguntas, talentos, emociones y propuestas— ya no son “recursos humanos”, sino el motor mismo del movimiento. Con el tiempo entendí que el problema no era solo de contenido, sino de enfoque. Me fui formando en otros paradigmas: la Teoría U de Otto Scharmer, las metodologías participativas, la facilitación visual, el coaching de equipos, la mirada sistémica. Y descubrí que otra estrategia era posible. Una que no parte del control, sino de la presencia. Una estrategia que no navega como un transatlántico… sino como un velero. Durante mucho tiempo, la estrategia fue entendida como un ejercicio de planificación racional, jerárquica y controladora. En los 80 y 90, bajo la influencia de Porter, se buscaba estabilidad, ventajas duraderas, cumplimiento. Luego llegaron los 2000, los entornos VUCA (volátiles, inciertos, complejos y ambiguos), el pensamiento ágil, la disrupción, lo digital. Pero hoy no basta con adaptarse. Hoy vivimos en un mundo BANI: frágil (Brittle), ansioso (Anxious), no lineal (Non-linear) e incomprensible (Incomprehensible). Un mundo donde los mapas de navegación se quedan cortos, los planes se rompen, y lo emocional y lo sistémico no pueden quedarse fuera. Donde la complejidad no se resuelve: se habita. Por eso están emergiendo nuevas miradas. Como la de Nora Bateson, que habla de inteligencia transcontextual y complejidad cálida. O Frederic Laloux, que propone organizaciones evolutivas. O Otto Scharmer, que nos invita a cambiar la fuente desde donde operamos, a liderar desde la escucha, la presencia y la co-creación. Y también está apareciendo otra forma de entender la estrategia. Una que no se diseña en PowerPoint, sino que se conversa en círculos. Una que no se ejecuta, sino que se activa desde el compromiso colectivo. Porque todo eso que aprendimos se parecía demasiado a un buque transatlántico. Imponente, sólido, con todo previsto desde el puerto: el rumbo, las paradas, los protocolos. Un capitán que lo sabe todo. Una tripulación que ejecuta. Y un plan trazado al milímetro, con la idea de no desviarse ni un grado. El problema es que los buques no giran a tiempo. Y  hoy ni los icebergs ni las tormentas llegan con aviso. Una pandemia. Un conflicto geopolítico. Una nueva regulación. Una crisis reputacional en redes. Un cambio interno inesperado. Los trasatlánticos tienen estructura, sí… pero les cuesta responder a tiempo cuando el contexto cambia. Y muchas veces, también pierden la capacidad de escuchar lo que pasa más cerca del agua que navegan. Por eso, cada vez más organizaciones están cambiando de embarcación (de manera de hacer estrategia). Están bajando de los grandes cruceros y eligiendo navegar con veleros. Veleros que no compiten en tamaño, sino en mirada. Que están más cerca del agua que navegan. Que ven con sus propios ojos lo que tienen delante, a los lados… y dentro. Que intuyen, sienten, responden, anticipan… e improvisan con criterio. Es cierto: un velero no es el más rápido del océano. Su velocidad media es menor que la de un gran crucero o la de un buque. Pero cuando algo cambia, puede girar sin perder el rumbo. Y, sobre todo, puede llegar a lugares donde un crucero ni se acerca. Puede leer el viento y virar antes de que llegue la tormenta. Navegar por zonas estrechas, nuevas, inciertas. Avanzar sin combustible, solo con pericia y propósito. Y colaborar con otros veleros sin perder su identidad. Porque no siempre gana quien va más rápido, sino quien sabe a dónde va… y con quién. Este otro tipo de estrategia —más viva, más integral, más conectada— no necesita levantar la voz para mostrar su valor. No busca impresionar desde el control, sino avanzar con sentido. Es una estrategia que se visualiza porque necesita ser comprendida. Que se conversa porque necesita resonar en quienes la activan. Que se mueve porque nace del compromiso, no solo del análisis. Una estrategia viva no es un documento. Es una práctica compartida. No es una verdad única. Es una brújula colectiva. No es un rumbo impuesto. Es un viaje con propósito. Por eso, cada vez más organizaciones, equipos y líderes están dejando atrás los grandes cruceros diseñados para no moverse, brillantes por fuera pero torpes ante el cambio… y subiendo a bordo de veleros capaces de leer el viento, virar a tiempo y navegar lo incierto sin perderse. Porque no se trata de cambiar de barco… sino de cambiar la forma en la que navegamos. En el próximo post:  te voy a regalar u diagnóstico basado en las 7 diferencias clave entre una estrategia rígida y una estrategia viva. Una comparativa clara, visual y

10 estrellas guía para no perderme en este mar de LInkedin (ni en ninguna otra red social). Parte II.

Mientras escribía mi anterior post, volví —casi sin darme cuenta— a mirar mi propia constelación de 10 estrellas. La que compartí hace unas semanas en la conferencia “Atrévete al mar: no naciste para quedarte en la orilla”. Y me di cuenta de algo muy simple: esas estrellas-guía que las he ido dibujando en mis grandes decisiones vitales, me sirven ahora. También me guían en este momento. Porque este “doble-post”, esta decisión, este empezar a mostrarme en LinkedIn con intención… también es, de alguna manera,  un nuevo comienzo. Así que he querido volver a esas 10 estrellas. Una a una. Pero esta vez, mirándolas desde aquí. Desde este borde. Desde esta orilla nueva que estoy explorando: 1. Confía en el proceso. Aunque no vea tierra firme, el horizonte —y mi propósito— están ahí. Incluso si no tengo claro cada paso, puedo confiar en que el camino se irá abriendo al andar. 2. Viaja hacia dentro antes de zarpar hacia fuera. Para mí, esto no va “sólo” de  escribir en LinkedIn. Es preguntarme desde dónde lo hago. Para qué. Cuál es mi contribución. Qué quiero compartir y qué quiero cuidar. Porque la brújula no está fuera: está dentro. 3. Nombra lo que duele. Y aquí lo digo: me cuesta. Me remueve. Me activa la duda… Y al nombrarlo (y nombrar significa también compartirlo, como lo hago ahora), se transforma. 4. Pide ayuda. Escucho, me dejo guiar y  acompañar por personas que saben de esto… y saben de mí. 5. Apóyate en tu ecosistema Mi gente. Las que me leen otros posts, me conocen y me “ven”. Las que escuchan y saben de “mis miedos”. Las que me recuerdan lo que sí soy. Las que me sostienen con la palabra, en el  silencio y con su mirada profesional.  Quienes me Contrastan. Me mueven, remueven y anclan. Y  siempre están. 6. Practica algo cada día A veces es un post, o una frase, o una nota. Sé que dibujar, escribir, caminar… estar en movimiento  me ancla. 7. Evita la excusa como refugio Porque a veces me digo “esto no es lo mío” o “esto no funciona” para no hacerlo.  Pero conecto conmigo  y tengo claro que no atreverme y no permitirme probar… es otra manera de zozobrar. 8. Siempre asume tu parte. No es culpa de la red social. No es culpa del algoritmo. Si quiero estar, tengo que elegir cómo estar. Qué decir. Cuándo callar. Qué mostrar. Y eso… también es responsabilidad y es mi libertad. 9.Suelta la perfección, suelta el control. No tengo que hacerlo perfecto. No tengo que saberlo todo. Solo estar presente. Mostrarme desde mi autenticidad, en lo que hago y en como soy. 10. Atrévete al mar. Porque sí, puede que algunos no les guste. Que no cumpla ciertas expectativas. Pero no hay nada más honesto ni viaje más real que ofrecer a manos abiertas mi pequeña (gran) contribución a este ecosistema profesional. … Esta infografía nació originalmente como una brújula para  los nuevos comienzos. Aquí  la he vuelto a aplicar para navegar, con atención e intención, en el mar de Linkedin. Te comparto ambas. La primera, digitalizada. Una versión aplicada a este post,  digitalizada, de la versión original. La segunda, a mano alzada, la que ilustra la conferencia “Atrévete al mar: si no naciste para quedarte en al orilla”. #DibujatuEstrategia #conecta #comunica #acción #Estrategia #ConsultoríaEstratégica #ComunicaciónEstratégica #Infografías Si quieres recibir mi newsletter, escríbeme a : info@miryamartola.com Mi nueva web (y muuucho más) está en camino…  ¡Te voy informando!

Mi estrategia para estar en LinkedIn (sin dejar de ser yo). Parte I.

Me cuesta escribir en LinkedIn. No porque no tenga cosas que decir (quienes me conocen saben que me sobran ideas, palabras, dibujos, conexiones). Me cuesta porque no quiero impostar. Porque no quiero entrar en el juego del “esto es lo que hay que hacer para estar”. Porque quiero que lo que digo aquí esté alineado con quien Soy cuando estoy “en presencial”. Y con quien Soy y lo que hago; sin más… ni menos. Y sin embargo, aquí estoy. Escribiendo este post… para LinkedIn. No porque alguien me lo haya dicho. Que también: algunas personas a las que respeto y admiro y que me están acompañando profesionalmente, me repiten que es importante, que es parte de mostrar lo que hago, de generar posicionamiento, de compartir el valor de todo con lo que contribuyo. Que es también un ejercicio de responsabilidad para ofrecer eso que Soy y sé hacer y aporto. Y eso me resuena. Así que  también estoy aquí porque algo dentro de mí me lo pide. Porque este momento —y este post— son parte de un “nuevo comienzo” en este espacio. Es  un nuevo comienzo de esos que vienen después de haber caminado mucho. Los que nacen cuando decides mirar todo lo vivido con otros ojos. Los que te invitan a moverte de sitio, sin moverte de ti. Yo he comenzado muchas veces. Cuando me fui a México muy joven a trabajar con niños de la calle. Cuando regresé para cuidar a mi aita y mi ama y tuve la suerte de embarcarme en el mundo de la  Cooperación Internacional. Cuando asumí liderazgos con equipos estimulantes. Cuando viví rupturas y caídas y para volver a emerger. Cuando me fui a Boston a desconectar para volver a conectar(me). Cuando me atreví y decidí emprender mi propio proyecto… Cada uno de esos comienzos no me llevaron a otro lugar: me llevaron más cerca de mí. Y hoy, este post también es eso: una forma de poner en marcha una nueva manera de estar en LinkedIn. Con voz propia. Con mi aportación sobre la estrategia, los equipos y los procesos: profunda, clara, visual, participativa, con “toque”. Con mi estilo, que no es ni mejor ni peor: es el mío. Con mis aprendizajes, mis herramientas, mi visión estratégica y mi humanidad encima de la mesa. Estoy aquí para compartir lo que sé y lo que soy. Para explorar este espacio que no me es tan natural como otros presenciales —el de las conferencias, los talleres, los procesos de consultoría, el encuentro directo con las personas— en los que me es más natural mostrar lo hago y desde dónde lo hago; pero que también me ofrece la posibilidad de abrirme  a otros océanos, conectar con otras orillas, entrar en conversación con quienes quizá es más difícil coincidir en espacios “y otros mares”. Y eso, claro, me remueve. Porque implica quitarme capas, revisar el ego, dejar a un lado el miedo a que no guste, a que suene “raro”. Implica escucharme más a mí que a los algoritmos. Elegir mostrarme antes que fingir. Ponerme en modo verdad. Y en ese mostrarme, me toca también abrazar lo que soy: una consultora estratégica que utiliza rotuladores. Que piensa y dibuja. Que conecta estrategia con emoción. Que nombra lo complejo con claridad y lo profundo con sencillez. Que cree en el cuidado, en la conexión, en el propósito. Que acompaña procesos de transformación con rigor… y con belleza. Y esa es mi estrategia para LinkedIn: no fingir ni impostar. No tener que parecer. Simplemente estar. Mostrarme. Con impacto, con método, con criterio. Desde mi voz y mi estilo. A mi tiempo y manera. Y ver a quién resuena. Tendré que encontrar mi propio ritmo. No sé si será cada semana, cada mes, cada estación. No sé si llegaré a “responder” a los algoritmos. Pero sí sé que quiero estar aquí. Porque creo —de verdad— que lo que tengo para ofrecer puede ser útil, puede inspirar, puede mover. Y mientras escribía este post, volví —casi sin darme cuenta— a mirar mi propia constelación de 10 estrellas que compartí hace un par de semanas en la conferencia “Atrévete al mar: si no naciste para quedarte en la orilla”. Y me he dado cuenta de algo muy simple: esa guía también aplica aquí. También me orientan en este momento. Porque este post, esta decisión, este empezar a mostrarme con intención… también es, de alguna manera, un nuevo comienzo. Así que… de este post me ha salido otro. Mira tú qué bien. Si quieres descargar la infografía  (en realidad he subido dos) y leer este segundo post puedes ir aquí: infografía  (en realidad he subido dos) y leer el segundo post: https://miryamartola.com/conferencias-y-articulos/10-estrellas-guia-para-no-perderme-en-este-mar-de-linkedin-ni-en-ninguna-otra-red-social-parte-ii/ #DibujaTuEstrategia #conecta #comunica #acción #mostrame #ConsultoríaEstratégica #ComunicaciónEstratégica #mostrarme Si quieres recibir mi newsletter, escríbeme a : info@miryamartola.com Mi nueva web (y muuucho más) está en camino…  ¡Te voy informando!

Lo que otras personas “ven” de ti…

Lo que otras personas “ven” de ti… Lo que otras personas “ven y visualizan”  de tu trabajo y  contribución  tiene mucho más valor y sentido que mil palabras que tú puedas decir sobre ti misma. Me siento tan agradecida y emocionada por cómo “Dibuja Tu Estrategia” va resonando con aquellas personas que habéis profundizado en sus páginas (y su experiencia extendida). Os quiero compartir algunos testimonios en los que destacáis su impacto y utilidad: 1 💬Transformación Personal y Profesional. “Este libro me ha permitido profundizar en mi desarrollo personal y profesional, haciendo que el rotulador y la pizarra sean herramientas esenciales en mi despacho. Gracias a Miryam, he aprendido a comunicar y expresarme de una manera más eficiente. 2💬Herramienta Estratégica,  Práctica y Emocional. “Dibuja Tu Estrategia’ es más que un libro; es una herramienta tangible y emocionante que facilita la comunicación clara y efectiva, ayudando a individuos y equipos a clarificar y alcanzar sus objetivos con un enfoque revolucionario del Visual Thinking como Lenguaje” 3💬 Claridad en la Estrategia y Metas. “A menudo, los desafíos dentro de los equipos surgen de malentendidos o falta de claridad en las metas y estrategias. El libro ofrece técnicas para dibujar literalmente la estrategia del equipo, asegurando que todos los miembros tengan una visión clara y compartida de hacia dónde se dirige el equipo y cómo planea llegar allí.” “Es un libro que te permite profundizar mucho en ti como persona y, si trabajas con un equipo o una organización, acompañar a tu equipo a dibujar sus estrategias. Este enfoque práctico transforma cómo interactuamos y planificamos en un entorno profesional y personal.” 4💬 Maximiza la Comunicación y la Participación en y de los Equipos. “Dibuja Tu Estrategia” transforma cómo los equipos interactúan y colaboran. Utilizando técnicas concretas de facilitación y comunicación visual, este libro enseña a visualizar colectivamente problemas y soluciones, lo que mejora significativamente la claridad y el entendimiento mutuo. Este enfoque no solo es más rápido y directo, sino que también es inclusivo, permitiendo que personas con diversos estilos de aprendizaje participen efectivamente.” ¡Gracias a todas las personas que rotulador en mano  estáis “dibujando estrategia” y por regalarme  vuestras valiosisimas palabras y feedback! 📚💬✨ #DibujaTuEstrategia #LenguajeVisual #VisualThinking #Estrategia #ComunicaciónEfectiva #MovilizaciónDeEquipos #conectar #comunicar #acción

1 año de #DibujatuEstrategia

Hace casi dos años comenzó esta increíble aventura. Un año atrás, mi libro vio la luz y, desde entonces, ha sido una llave maestra: abriendo puertas a nuevos lugares, tejiendo conexiones con innumerables personas, movilizando manos y alumbrando caminos. Gracias a él, he viajado desde Bilbao hasta Barcelona, desde Madrid hasta Vitoria, y cruzado el Atlántico hacia México. Cada presentación ha marcado un hito, celebrando no solo una, sino tres ediciones que invitan a dibujar estrategias y a utilizar el lenguaje visual para empoderar equipos. ¡Gracias por acompañarme en este maravilloso año y prepárate para lo que viene! Pronto compartiré más novedades. Para comprar el libro: https://librosdecabecera.com/dibuja-tu-estrategia/  

El Poder del Lenguaje Visual en la Estrategia Organizacional

En nuestro entorno cada vez más dominado por lo digital y lo visual, el Lenguaje Visual emerge como un lenguaje estratégico esencial para mejorar la conexión, la comunicación y la acción efectiva. Este enfoque puede ser particularmente valioso en la toma de decisiones dentro de los equipos, ya que simplifica la comprensión y el análisis de las opciones disponibles, permitiendo visualizar claramente los caminos a seguir, como si estuviéramos trazando rutas en un mapa donde actuar y movernos en una dirección compartida. El Lenguaje Visual no solo nos ayuda a diseñar la forma de nuestra estrategia—delineando el camino y definiendo nuestro punto de partida y destino—sino que también brinda claridad y centra el foco en el mensaje y la llamada a la acción. Además nos permite conectar con la emoción. No se trata de entender “completamente”,  se trata de sentir y conectar emocionalmente.. El Lenguaje visual nos permite darle forma y dotar de fondo a nuestra estrategia. La forma (o trazar el camino y nuestro lugar en él). Necesitamos un lugar desde el que comenzar. Un resultado o punto final al que queremos llegar. Desarrollar con claridad y foco el mensaje y la llamada a la acción. Conectando con la emoción. Leí una vez en una servilleta que no se trata de entender, se trata de sentir. El fondo (darle sentido a nuestros pasos). El desarrollo de una estrategia visual se apoya en cuatro pilares fundamentales: Datos y Estructura: Necesitamos datos sólidos, como los flujos de caja y otras métricas organizativas, para comprender la realidad de manera ordenada y estructurada. Conexión y Relación: En el núcleo de nuestras actividades están las relaciones humanas. Las conexiones, los propósitos y los valores que compartimos son esenciales para construir y fortalecer vínculos dentro de nuestra red. Acción y Movimiento: Nuestros equipos y organizaciones están orientados a la acción. Es crucial concretar estos movimientos y decisiones en planes de acción claros y seguir avanzando con dirección y propósito. Innovación y Reto: Debemos aspirar a más, soñar, crear y aventurarnos a innovar. Es vital abrirse a nuevas posibilidades y explorar nuevos horizontes. Al integrar estos elementos, el Lenguaje Visual nos proporciona un “mapa” que nos ayuda a orientarnos y a tomar decisiones informadas sobre hacia dónde queremos ir como equipo o individualmente. Conclusiones y Aplicaciones Prácticas En un mundo de constante cambio e incertidumbre, nuestras estrategias necesitan no solo revelar los hechos, sino también proporcionar significado y estructura a la complejidad de los datos que manejamos. Necesitamos sintetizar y dar sentido a nuestras acciones a través de historias que creen conexiones emocionales. Además, es fundamental visualizar los retos e inspiraciones que contribuyen a algo más grande y definir rutas de acción que guíen nuestras decisiones. ¿Te atreverías a dibujar tu propia estrategia usando el Lenguaje Visual como guía? Este enfoque puede revelarse como una herramienta poderosa en la articulación de tu camino hacia el éxito. Nota: Las ideas presentadas se inspiran en el modelo de estilos relacionales de Bridge cruzadas con mi propia interpretación con el uso del Lenguaje Visual

II Encuentro anual Foro MICE

Participación en el II Foro Anual MICE  sobre con el #graphicrecordng de la jornada y una breve píldora sobre el poder del# lenguajevisual en la organización de eventos. Año: 2019 Lugar: Madrid

Lenguaje Visual Sistémico

La creciente complejidad e inestabilidad del mundo en el que vivimos requiere una evolución del pensamiento y de los lenguajes que usamos para pensar, escuchar, conversar y comunicar. La neurociencia está descubriendo gradualmente cómo funciona nuestra mente y sobre la base de estos hallazgos podemos desarrollar nuevas técnicas y herramientas. El lenguaje verbal es poderoso y nos permite utilizar conceptos cada vez más precisos. Sin embargo, conoce sus límites cuando se trata de expresar simultáneamente relaciones múltiples. Afortunadamente contamos con el lenguaje visual, que accede a ese lugar donde las palabras no alcanzan, generando nuevas conexiones y conversaciones desde una narrativa compartida, aunando pensamiento racional e inteligencia creativa. El lenguaje de las constelaciones activa otra manera de percibir y expresar las emociones a través de la representación en el espacio de las imágenes que la mente desarrolla, para acceder de forma ágil y rápida a ese conocimiento implícito, en ocasiones, transparente para las personas. POR PRIMERA VEZ, AUNAMOS ESTOS TRES ENFOQUES para generar una propuesta formativa que combina el desarrollo de competencias del pensamiento, de la comunicación, de la escucha y de las conversaciones. Esta apuesta es el resultado de la suma de una trayectoria consolidada en ENFOQUE SISTÉMICO, VISUAL THINKING Y CONSTELACIONES SISTÉMICAS. Este maridaje metodológico combina técnicas y herramientas para pensar colectivamente, conectando conocimientos, explícitos e implícitos, para construir narrativa, sentido y significado entre las personas que conforman un grupo o equipo. OBJETIVOS Desarrollar un pensamiento ágil, concreto y preciso para comprender las dinámicas y patrones esenciales de una situación. Expresar y representar nuestras intuiciones, ideas y relaciones para ir más allá de las palabras que anclan el proceso. Comunicar y (re)presentar de manera clara y efectiva nuestros proyectos con liviandad, profundidad y belleza. CONTENIDOS 1.- Metodologías y técnicas para trabajar con tres lenguajes en paralelo: Verbal (narración), Visual (dibujo), Escénico (constelación). 2.- El pensamiento sistémico: Distinguir y conectar. El límite y el sistema. Estructura y modelos. Acoplamiento estructural. 3.- Herramientas sistémicas para pensar y comunicar en momentos esenciales (identificar valores, definir estrategia, abordar conflictos, etc.) Conocer y practicar los ejercicios del modelo Epidaurus: ¿Quiénes somos? Primeros rasgos del proyecto. El contexto que elegimos. Las personas involucradas. La visión. Los valores. Los procesos. Objetivos y plan de acción. 4.- Herramientas para visualizar conceptos del pensamiento sistémico y anclar la experiencia de la constelación. METODOLOGÍA Se trata de un curso práctico y experiencial que tendrá como hilo conductor la simulación de la fundación de una empresa siguiendo el modelo Epidaurus. Antes de comenzar el curso se dará a las personas participantes: Acceso a una píldora formativa gratuita on line sobre lenguaje visual. Material de lectura sobre el enfoque sistémico. DIRIGIDO A Profesionales que: Conocen las constelaciones organizacionales y el enfoque sistémico, y quieren ganar en eficacia, tanto en su comunicación y en su desarrollo, como en el anclaje del cliente, persona o equipo. Utilizan el lenguaje visual y trabajan con equipos y organizaciones, y quieren incorporar el enfoque sistémico y herramientas de aplicación en empresa. Lideran o acompañan equipos y organizaciones y quieren aumentar la eficacia en la comunicación. Buscan herramientas para trabajar con equipos y empresas en desafíos como el trabajo con valores, definición de valores, gestión de conflictos, etc. o en otros momentos de reflexión estratégica clave para la empresa. Nota: Antes de comenzar la formación, se ofrecerá una píldora formativa gratuita on line con conceptos básicos de Lenguaje Visual para quienes no lo conozcan. No es necesario “saber dibujar” para ser parte de esta formación. Reserva tu plaza

Ponencia OPCE Spain

Ponencia sobre metodologías al servicio de los contenidos para la OPCE SPAIN En el marco del #31congresoOpceSpain el el Kursaal de Donosti. Anterior Siguiente